viernes, 25 de noviembre de 2016

¿En TRIBU o SOLA?

Dicen que para criar hace falta UNA TRIBU entera. Y en mi opinión es cierto.

Vivimos en una sociedad en la que parece que las mujeres tenemos que poder con todo y encima tenemos que hacerlo SOLAS. Porque parece que así somos mejores. Y en mi opinión no debiera ser así.
Nos hemos ido metiendo en ese papel de AUTOSUFICIENTES que nos ahoga por momentos. Los niños. La comida. La casa, El trabajo. Los amigos. La familia. Nuestros hobbies. Incluso a veces algún proyecto de EMPRENDER tu propio negocio.

Queremos y NECESITAMOS llegar a todo. Porque nuestras NECESIDADES tienen que estar tan bien cubiertas como las de nuestros hijos. No se puede cuidar si no te cuidas a ti mismo. Aunque a veces lo olvidemos.

Dicen que antiguamente, cuando las mujeres no trabajaban, se cuidaba de los niños en común y unas se ayudaban a las otras, como en una tribu. Supongo que de ahí y nuestro instinto nos viene ese papel a desempeñar. Y yo lo interpreto felizmente porque mis hijos son mi vida, no se hacerlo de otra manera.

Ya solo con esa parte de dedicación a nuestros hijos es necesaria esa TRIBU. O si no es necesaria al menos se agradece.

Ejemplo: que tienes que ir a buscar a la niña al colegio y llueve a cántaros, pues la tía o el abuelo se quedan con el bebé mientras tanto.
Pero resulta que llegas allí y ves otra mama con el carrito y un plástico y la culpa empieza a remolonear un poco. Y te preguntas. Si ella puede por qué no yo?

Pero no se trata de eso. No se trata de hasta dónde puedes llegar sola. Porque en ese caso no se trata de ti. Se trata de las necesidades de los niños. Y en este caso tus has tenido la GRAN SUERTE DE TENER ESA TRIBU que te apoya para lo que necesitas.

Y sí ya sé que todas no tenemos la suerte de tener esa tribu cerca. Y lo lamento. Por vosotras. Por los niños. E incluso por la tribu que quiere estar, pero la distancia no le deja.

Yo tengo mi pequeña tribu y me encantaría que todas tuviéramos una, aunque ya sé que no siempre es posible en esta sociedad.

En la palabra tribu encajan muchos perfiles: abuelos, tíos, amigos…. O cualquiera que quiera arrimar el hombro.

Yo me siento AFORTUNADA con mayúsculas y por eso les doy las gracias siempre. Aunque creo/espero que ellos también se sientan recompensados con los momentos que les dan los niños. De los buenos y de los no tan buenos, pero que se compensan con los primeros.

Hago esta reflexión cuando sólo faltan 2 dias para terminar mi baja maternal (aunque por suerte me queda las vacaciones y la lactancia). Y

Ya sé que todo el tiempo me he dirigido al público femenino. Pero es que lamentablemente, los hombres como solo disponen de un permiso de paternidad de 15 dias. No saben lo que es estar 24 horas al día en modo niños. Que igual hay casos que si… porque trabajan desde casa, porque cogieron también el permiso o una excedencia, porque lamentablemente no encuentran trabajo…

Se me parte el alma si pienso que la semana que viene tendría que separarme de mi bebe. Para el que soy todo.

Porque la mami/el papi necesitan esa tribu. Pero mami no hay más que una.

Y tú? Tienes tu TRIBU? Quienes son? Se lo agradeces a menudo? Lo valoras? Te sientes culpable por no poder sola? Te sientes orgullosa de hacerlo todo SOLA?
Tienes claras TUS NECESIDADES? Y las de tus hijos? Te cuidas? Te  cuidan? Te dejas cuidar?
Te valoras? Te sientes valorada?

Cuando respondas busca los tonos grises intermedios. Seguro q no todo es negro ni todo blanco. Algo bueno y que agradecer seguro q encuentras para continuar.

Abrazos.

sábado, 29 de noviembre de 2014

¿Qué es el éxito?

Creo que llega un momento en la vida, en que parece que todas las piezas del puzle se empiezan a unir.

Como cualquier persona de mi edad, hubo un momento en mi vida, en que entorno a los 16 años, tuve que plantearme qué iba a hacer con mi vida para tener éxito.

Por aquel entonces, éxito para mí significaba “ganarme la vida”, significaba tener que encontrar aquello a lo que me iba a dedicar y tener el dinero suficiente para vivir. Y yo no buscaba algo para sobrevivir, yo buscaba algo para VIVIR con mayúsculas.
Ahora 16 años después sé que cuando tomé aquella decisión de estudiar una “carrera con salida” estaba condenando algunos de mis años de juventud.
Cambié mi sueño de bailar y cambié mi pasión por saber y conocer cómo funcionaba la mente. Esas eran dos de las cosas con las que más disfrutaba, bailando y leyendo libros de motivación y autoayuda. Me encantaba la página de los domingos de Paulho Coelo. También era feliz pasando tardes de risas y confidencias con mis amigas. Algo que nunca he cambiado y por lo que estaré siempre agradecida, es por teneros a mi lado, a pesar de que no nos vemos todo lo que nos gustaría.
Así que yo en realidad no quería estudiar Telecomunicaciones (que ni siquiera puede entrar y tuve que decantarme por Electrónica), yo quería estudiar para ser psicóloga, porque entendía que esa profesión tenía la clave para sentirnos bien en nuestra piel, y además iba a ayudar a otros a ser felices también.
Con esto no quiero decir, que si hubiera tomado esa otra decisión hubiera sido más feliz o hubiera tenido más éxito del que tengo ahora. Pero, ¿qué es el éxito? Dice la RAE que éxito es:
1. Resultado feliz de un negocio, actuación, etc.
2. Buena aceptación que tiene alguien o algo.
3. Fin o terminación de un negocio o asunto.
La verdad es que ninguna de ellas sirve para definir lo que para mí significa éxito ahora.
Pero, según esta definición se puede decir entonces que yo he tenido éxito en la vida. Tengo un trabajo bien remunerado y que me gusta, tengo una familia y una hija preciosa, tengo salud. Pues sí, me considero una mujer con éxito. Que no con SUERTE.
Porque el éxito llega detrás de mucho trabajo y esfuerzo, sobre todo en la parte de ganarse de la vida. En la parte de la familia y la salud, me considero AFORTUNADA.
Una de las enseñanzas con las que me quedo de este año, es que SOMOS EL RESULTADO DE NUESTRAS DECICISIONES. Así lo dice Darren Hardy en su libro el efecto compuesto.
Steve Jobs lo llama unir los puntos hacia atrás.
Así que este año he mirado mucho hacia atrás para comprobar realmente si esa afirmación es cierta. Si eso que dicen de que somos el resultado de nuestras decisiones es verdad. Y me doy cuenta de que sí.
Si miro hacia atrás, me doy cuenta de que estoy aquí por todas esas pequeñas decisiones que un día tomé, pero también por todos y cada uno de los segundos, minutos y años de esfuerzo. De perseverancia, de paciencia.
Para los que no me conocen quizás resulte pesado mirar hacia atrás conmigo y recorrer estos últimos años conmigo, a los que me conocen desde más cerca quizás le suenen agún momento. Yo necesito poner por escrito que es lo que veo si miro hacia atrás en mi vida…
Decidí que estudiaba electrónica, decidí que lo acaba costara lo que costara, decidí que no lo estaba haciendo bien y de que era hora de hacerlo de otra manera, poco a poco, día a día, examen a examen.. 7 años después terminé. Creo que hubiera sido más fácil abandonar, hubiera sido más sencillo decir que no era lo mío, pero lo hice. Esto me sirve para darme cuenta de que si fui capaz de resistir y persistir por algo con lo que no disfrutaba qué no seré capaz de hacer por algo por lo que sienta verdadera pasión. Y me da fuerzas.
Al terminar la carrera, decidí que me declinaba por las Energías Renovables, al final después de tardar tanto, los de Teleco ya no eran los que más fácil encontraban trabajo… jeje! Y se supone que las renovables eran el futuro. Decidí que no hacía las prácticas en el centro en el que estudié mi primer curso de Energía Solar (a pesar de que a costó un pastón). Decidí irme a Dener con Riki. Me ofrecieron dar cursos. Decidí aceparlo. Trabajé como becaria, poco a poco fui subiendo. Hasta que un día me despidieron. La crisis hizo que fuera la primera en salir de un barco, que luego se hundió. Pero yo hubiera dado todo, por echarlo a flote. Siempre. Pensé que estaría allí mucho tiempo. Por aquel entonces todavía creía en el empleo para todo la vida.
Esa es mi segunda lección de este año…En estos tiempos y en el futuro todos estamos abocados a reinventarnos cada vez y desarrollaremos distintas ocupaciones a lo largo de nuestra vida.
Esa parada no buscada, me hizo volver a pararme a pensar a donde quería dirigirme. En la orientación de la oficina del INEM me insinuaron que sería una buena idea reorientarme a la docencia, sacarme unas oposiciones. Así que llegué al Máster de Formación de Profesorado, porque era condición para presentarme a una oposición.
Quiero reseñar, por si alguien no lo ve claro, que mis decisiones no eran mías, sino condiciones por lo que yo chupaba del exterior.
Esa decisión marcó un antes y un después en mi. El máster hizo que volviera a conectar con esas cosas que me gustaban, sobre todo con la psicología… y allí decidí que lo de ser profesora ya no era tanto una salida, sino que podría ser algo con lo que disfrutar. Aún así, decidí volver a trabajar por cuenta ajena en lugar de prepararme las oposiciones. Así que volví a trabajar por el sueño de otro.
En ese periodo y cuando todavía trabajaba nació Lucía, y allí ya empecé a preguntarme cómo hacerlo de otro manera. Entonces éxito no era sólo tener trabajo. Éxito significaba tener un trabajo que me permitiera pasar tiempo con mi hija.
Así que desde entonces apareció tímidamente en mí la idea de emprender, tuve muchas ideas, algunas están totalmente desechadas y otras están guardadas en un cajón para cuando llegue el momento de realizarlas.
Una de mis mayores enseñanzas también en estos tiempos es no rendirme si ahora no es el momento. Ya se darán las circunstancias para que ocurra. Y trabajar para que mi cabeza elimine ese pensamiento limitante.
A partir de que tomé esa decisión de emprender, yo siento que el resto de cosas que han APARECIDO en mi vida, son el resultado de esa decisión. Lo que refuerza la idea (también aprendida en estos tiempos) de que CUANDO deseas algo con todas tus fuerzas el universo conspira para que lo consigas.
Por eso apareció el curso a través del cual me contrataron como profesora, pero no de cualquier cosa, sino de mi pasión, que es la Energía Fotovoltaica. Por eso hace prácticamente un año mi marido vino a casa con una oportunidad en la que los dos vimos a bien trabajar como una inversión de futuro. Por eso, me siento tan bien y vivo en una burbuja en la red, rodeada de personas que me inspiran, de mujeres que me demuestran que se puede vivir haciendo lo que te gusta. Que tus talentos pueden ser tu medio de vida un medio de vida que te haga feliz.
La decisión ya está tomada y por el camino he dejado atrás muchas creencias que me limitaban.
Pero decidir ahora no significa sólo decidir para mí sino decidir para la educación de mi hija.
En este tiempo he decidido muchas cosas sobre las que sólo yo puedo decidir, decido apego, decido crianza respetuosa, decido estar siempre que necesite, no dejarla para que sea independiente lo antes posible, decido poner límites desde el cariño, sin amenazas, gritos, ni castigos. No siempre lo consigo, no soy perfecta, pero al menos intento no faltar mucho a mis principios.
Y ahora viene cuando tengo que decidir el colegio de mi hija y me entra pánico. El otro día le dije a un amigo que no quería repetir lo que hicieron conmigo. Y creo que no me entendió. Yo fui feliz en la escuela, fui feliz en las clases, en los recreos, con mis amigos, con los deberes y exámenes, fui FELIZ con mayúsculas. Pero, el sistema no me ayudo a conocerme y quererme, no a reconocer en qué era mejor o qué era lo que me hacía feliz. Principalmente, porque mi esfuerzo estaba dirigido a ser buena en todo. ¡Qué le vamos a hacer! Siempre he sido así, ya de hacerlo, hacerlo de la mejor manera posible.
Y ahora viene cuando digo que lo que yo quiero es que Lucía sea feliz, que esté en un centro donde se divierta jugando, donde experimente, donde la respeten como es, donde la ayuden a encontrar sus talentos. Donde crezca sabiendo en qué es buena y con qué disfruta. No donde todos son exigidos por igual, donde todos tienen que saber todo de la misma manera. Donde pensar y soñar se va cortando cada vez más. Pues no quiero. No quiero que un día cuando tenga 16 años y tenga que decidir qué hacer con su vida. Me pregunte… ¿mamá que hago? Yo no tengo que responderla: “hija algo que tenga salida y con lo que puedas ganarte la vida”.
Yo quiero crecer con Lucía sabiendo que su vida estará dirigida por sus pasiones, por lo que le dice su corazón. Que no tenga que preguntarme qué hacer, sino que lo tenga tan claro que mi única misión en la vida sea ayudarla, levantarla cuando crea que ya no pueda más, decirla que puede, que es fuerte, que lo conseguirá. No sé si ese sueño será ser astronauta, bailarina, atleta, médico o peluquera. No sé si tendré que animarla en sus noches de estudio o en sus días de entrenamiento. Sólo sé que vida hay una. Y que vivir con éxito, significa vivir haciendo lo que te gusta. Vivir cada mañana teniendo ganas de levantarte y feliz del papel que te toca interpretar.
Desde hace dos años y medio, no desde el día que nació, porque no fue así, sino que poco a poco me he ido dando cuenta. Mi mayor papel en la vida es ser madre, no hay paso, puntada que dé que no refleje lo que su llegada ha supuesto a mi vida.
Si soy sincera, quiero creer que al final dará igual a qué colegio vaya, quiero creer que la imagen que yo represento para ella le servirá de inspiración.
Así que desde entonces mi vida ya no va sin rumbo. Y hay una decisión que sin duda marca todo lo que me veis hacer. No penséis que estoy loca. Algunos dicen que soy hippie. Y por dentro me duele. Aunque creo que es porque no saben todo lo que hay dentro de mí. Ojalá con estas palabras, que salen de lo más hondo de mi, puedan entenderme mejor.
La decisión que yo tomé es SER LIBRE. Libre de la atadura que significa tener un puesto de trabajo que no me guste. Disfruto con el que tengo, pero si no fuera así, trabajaría por encontrar otro que sí lo fuera. LIBRE porque asumo la responsabilidad de darme la vida que merezco, y no me quejo de que otros no me lo den. LIBRE porque quiero estar presente en la educación de mi hija y quiero que el dinero no condicione nuestras decisiones. LIBRE porque mientras lo consigo crezco como persona y estoy conectada con lo que soy y lo que quiero hacer en mi vida. Mi objetivo es SER-HACER-TENER y no a la inversa.
Así que en este nuevo camino, la palabra éxito toma otro significado distinto al de la RAE. El éxito no es el final, ni el resultado de algo. El ÉXITO es el camino. Porque en ese camino ya tengo éxito. El camino en el que sabes que tienes que estar, el camino en el que sabes que si mañana no te levantaras de la cama, al menos estabas haciendo lo que te buscaba. El camino en el que el último día que tengas que andarle puedas mirar hacia atrás y saber que mereció la pena.
Algunos pensarán que me he vuelto loca, supongo que los que me conocen a corazón abierto sabrán entender estar palabras. A veces, la vorágine de cosas y actividad en la que estoy metida quizás no represente mi estado de ánimo actual, pero la realidad es que me siento tan FELIZ de mi vida, TAN agradecida por lo que ha aparecido en mi camino, que a veces me ahoga como un nuevo en mi garganta y siento ganas de gritarle al mundo, ¡VAMOS QUE PODEMOS!
Pero al final, no puedo ni encuentro la manera de expresarlo y se me van quedando ahí, en el tintero. Este año ha sido un año inspirador, los libros que he leído, los vídeos que he visto, las palabras de personas que me han inspirado. Ha sido un año tan bonito… que no sé si algún día encontraré la manera de plasmarlo y compartirlo con otras personas, para que sientan la misma ilusión que tengo yo ahora por vivir la vida.
Si miro hacia atrás, que es lo que suele hacerse al finalizar el año, podría pensar que NO TENGO LOS RESULTADOS que quiero, pero eso NO ES VERDAD. Y no sería justo para mi sentirme así. Después de todos los esfuerzos realizados, las noches sin dormir y el tiempo sin estar con Lucía para dedicarlo a otras cosas.
Escribir estas palabras para mi, ha sido una catarsis para finalizar el año. Porque la realidad es que estaba llegando al final de este 2014 creyendo que NO LO HABÍA CONSEGUIDO. Que no he hecho nada por conseguir mis metas. Y NO es la verdad.
La verdad es que estoy en el camino, en el camino que quiero recorrer. Creo que no encuentro mejor manera de empezar el 2015 que saber que estás andando el camino que quieres andar. Con la gente con la que quieres estar.
Tomé esa decisión de ser LIBRE en 2012. Comenzamos el 2015, y aún me queda mucho por aprender, mucho que avanzar, quién sabe si algún día podré decir que lo he conseguido, aunque la simple decisión ya me hace estar más cerca de lograrlo…
Lucía, mi estrellita, tú eres la que me inspira para seguir… CRECIENDO JUNTAS!
P.D: He visto este vídeo muchas veces… y ha sido la fuente de inspiración que me ha permitido cerrar este año y que las palabras que tenía ahogas en mí salieran. Tendré que verlo muchas veces para recordarme que el éxito es 1% inspiración 99% transpiración. Espero que os guste…


martes, 3 de junio de 2014

Llueve en mis clases

La primavera ha llegado. Eso pienso cada vez que escribo la fecha. Hoy ya es 1 de Junio. Pero yo sigo con botas y vestido de invierno.

Lo mismo que en la calle ocurre en mis clases: que tampoco ha llegado la primavera, el esfuerzo del otoño e invierno está causando estragos en los chicos y en mí. Y a pesar de que el verano se ve ahí cerquita aún no se respira la tranquilidad de esos días de descanso, con días largos de playa y sol, y noches al aire libre.

Y por eso llueve, llueven quejas, caen como chuzos de punta, las calificaciones, el exceso de trabajo, las injusticias, quizás no todos se quejan, quizás todos tienen ganas de quejarse, pero sólo unos pocos lo dicen. La verdad, es que no lo sé, lo único que sé es que efectivamente el año académico es duro y largo y que cada vez que entras en clase llueve.

Pero lo es para todos. Yo también llevo acumulado, las horas de trabajo, en la noche, los fines de semana, el sacrifico de tener que dejar a Lucía para buscar huecos para preparar las clases. Y parece que la ilusión de los primeros días se está diluyendo.

Este año, ha supuesto para mí, un cambio muy importante en mi vida. Si contamos que la mayor parte de mi vida he estado sentada, RECIBIENDO clases. En esta ocasión, me tocaba ponerme delante a mí. Y en ocasiones he sentido que la RESPONSABILIDAD era tan grande, que no veía posible terminar. Había dado cursos para adultos, pero ninguno dentro del sistema educativo y nunca con chavales “adolescentes”. Y eso cambia mucho las cosas.

Es difícil contar en unos pocos párrafos todo el mundo de sentimientos que se han removido en mí estos meses. No son sólo son las clases, es lo que envuelve ahora mi vida, que hace que me comporte en clase de esta manera. He revivido y mirado hacia atrás, pensando cómo me sentía yo cuando estudiaba. Me he planteado muchas veces cual es la educación que quiero para Lucía. Y ahora que se acaba el curso, me paro reflexionar si lo hice bien con estos chicos o no.

Empecé tan fuerte hablando de emprendimiento, de sueños, de objetivos, de que en la vida no todo era tener un título, que en ocasiones me sentía fuera de sitio. No lo hacía queriendo. Simplemente les trasladaba lo que me salía de dentro. Y no me daba cuenta d que ni siquiera les pregunté si querían oir hablar de eso.

No soy ese tipo de persona que puede ser una cosa en casa, otra en el trabajo otra con los amigos.  Así que me salía de dentro, sin pensarlo.

He tenido que hacer un recorrido en mi vida, para darme cuenta de que no he sido feliz en el sistema educativo. He estudiado una carrera que no me gustaba, he luchado durante 7 años por algo en lo que no creía. Simplemente por encontrar un puesto de trabajo.

No me arrepiento de haberlo hecho, porque esa es mi historia y es también la que me ha llevado aquí.

Pero la realidad es que cuando yo terminé de estudiar, estábamos empezando a entrar en la tan nombrada “crisis” y eso sumado a mi poca experiencia laboral, me hicieron disfrutar de mis trabajos. Pero a la vez, tampoco era feliz 100%, sueldos “bajitos”, poco tiempo libre. Pero, era lo que había.

Cuando nació Lucía asumir “es lo que hay” ya no era tan fácil. Así que en resumidas cuentas, me hice responsable de lo que ocurría en mi vida. Y la palabra EMPRENDER sonaba cada vez con más fuerza en mi cabeza. EMPRENDER, EMPRENDER…

Siempre digo que todavía no estoy donde me gustaría estar.  Que es con la libertad suficiente para tener tiempo para dedicarme a mi hija y a mi familia y no depender de un puesto de trabajo con un horario limitado.

Y quizás alguno pensará que si eso es lo que quiero, que deje mi trabajo y que me ponga 100% a luchar por esa independencia. Y la verdad es que a veces pienso, que estoy en el lugar equivocado.

Pero la realidad es que no. La realidad es que quiero estar aquí, quiero que siga lloviendo en mis clases, quiero formar parte de una nueva manera de entender la educación. Esa que también entiendo que tiene que cambiar para mi hija. Una en la que obtener títulos no sea el único camino, y en la que el crecimiento de la persona tenga una parte importante.

Una nueva manera de entender la educación… y no es una utopía, porque lo veo, porque lo siento en otras personas. Porque hay más gente como yo, que lucha por una nueva manera de entender la educación para sus hijos y para sus alumnos.


Algo que parece tan fácil, pero que a la vez no lo es. Porque una cosa es querer y otra saber cómo hacerlo. Tampoco tiene que ser mejor, ni peor, sino simplemente diferente. Porque (y esta es mi frase preferida desde que dos años): NO HAY DESARROLLO PROFESIONAL SIN DESARROLLO PERSONAL. Y eso lo deberíamos de cuidar desde chiquitos: primero lo personal y luego lo profesional.

Y eso es lo que yo intento cada día, crecer como persona, aunque a veces no siempre lo consiga y me sienta chiquita, como cuando llueve en mis clases...

lunes, 30 de diciembre de 2013

La felicidad no llega cuando conseguimos lo que deseamos...



Hoy como cierre de año quiero quiero regalaros esta conversación de una nieta y su abuela frente a la tumba del abuelo. 

La abuela cree que su nieta está triste por las notas y le da esta lección de cómo ver la vida con otras gafas.

La nieta le pregunta..

  • Abuela, ¿qué tal fue tu vida con el abuelo?
  • Ay mi niña hubo de todo, pero sobre todo muchas esperas.
  • ¿Qué quieres decir con esperas?
  • Pues que desde pequeños nos convencemos a nosotros mismos que la vida DESPUÉS será mejor..
  • ¿Después  de qué abuela?
  • Tú crees que cuando termines tu carrera y encuentres un trabajo serás más feliz que ahora, verdad?
  • Sí.. eso creo. Pero no entiendo lo que me quieres decir..
  • Verás.. Yo me casé convencida de que por fin iba a encontrar la felicidad. Pero luego decidí esperar hasta tener mi propia casa. Luego hasta tener mis hijos. Luego, hasta que mis hijos fueran mayores. Y luego hasta que me jubilara. Convencida de que cada uno de cada uno de esos deseos eran lo que me faltaba para ser feliz. Y de esta forma la vida pasa ante tus ojos esperando el tren de la felicidad que nunca llega.
  • Entonces, ¿te arrepientes de haberte casado y de tener hijos?
  • No no, de lo único que me arrepiento es de no haber sabido vivir más intensamente cada uno de esos momentos y de haberme entristecido por tonterías.
  • Entonces, ¿no fuiste feliz?
  • Claro que sí mi niña, hubieron momentos de felicidad, pero me perdí otros muchos por no saber renocerlos. ¿Sabes lo que he aprendido en todos estos años?
  • ¿Qué abuela?
Que la felicidad no llega cuando conseguimos lo que deseamos, sino cuando sabemos disfrutar de lo que tenemos, no soñando con el mañana sino viviendo el hoy. Sara, atesora cada momento de tu vida y recuerda que el tiempo no espera por nadie. Trabaja como si no te hiciera falta el dinero, ama como si nunca te hubieran herido y baila como si nadie te estuviera viendo, ya que no hay mejor momento para la felicidad que justamente este. Si no es ahora, cuando mi niña?

Podéis verlo en vídeo aquí, pero me he permitido escribirlo para que nadie nadie se lo pierda! Es mi regalo para que empecemos con fuerza este año que comienza.

Y vosotros me diréis con la que está cayendo ahora ¿Cómo voy a ser feliz ahora? 

Lo sé la situación es complicada para muchos, la incertidumbre nos ahoga muchas veces, pero lo único que no nos pueden quitar es nuestra actitud ante la vida.

Revisad vuestros sueños, que en este 2014 os guíen y acompañen para que viváis vuestra vida, la que vosotros queréis vivir, no esperemos que nadie nos imponga nuestras metas como la forma de encontrar la felicidad.

¿Mi clave para ser feliz? 

Pues que efectivamente hace tiempo que me di cuenta de que la felicidad está en el ahora porque la realidad me ayudó a darme cuenta, que al conseguir mis metas no era más feliz que antes.

Pero sobre todo soy feliz porque me siento afortunada y doy gracias cada día de lo que lo que tengo y lo que soy. Siempre, siempre hay algo bueno que agradecer en la vida.

Doy las gracias por todas las personas que estáis en mi vida,  recuerdo con cariño a los que no están, deseo que este año que entra nos de salud para que el año que viene podamos seguir estando juntos ...

Pero sobre todo, la clave de mi felicidad es mi hija Lucía, que a sus dos añitos es un ejemplo de que TODOS TODOS los días se puede ser feliz!

Ella me lo demuestra cada días con su sonrisa! Pase lo que pase..Yo sólo tengo que imitarla! Aunque a veces cuesta...

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Cuando todo fluye..

Hay días en la vida en que siento la necesidad grande de gritar a los cuatro vientos, a viva voz y con los brazos abiertos.. GRACIASSSSSS!!!


Es esa sensación que sientes cuando todo fluye, cuando sabes que todo va bien y que lo único que puede pasar es que todo vaya aún mejor.

También he de reconocer que estar siempre en ese estado no se consigue siempre y es por eso que quizás lleve días sin escribir.

Pero hoy estoy arriba y quiero contar por qué…

Hoy he encontrado un hueco de 20 minutos de mi día para ver un vídeo que mi compañera Paloma Reino me recomendó el jueves pasado.

Por otro lado, he asistido a la charla que mi amiga Rosa daba sobre “marca personal y redes sociales”.

La casualidad ha querido que viera primero el vídeo (que no sabía muy bien de qué iba..) y luego asistiera a la charla de Rosa con un subidón tremendo y muchas ganas de escucharla.

¿Por qué?

Pues porque los mensajes se repiten en todos los ámbitos de mi vida, porque en la red y en mi vida van sucediendo cosas que me hacen sentir en sintonía con lo que quiero ser.

El vídeo (te le recomiendo en este enlaceNO tiene desperdicio. Son 22 de minutos de pura realidad. Por destacar diré que a mi me impacta saber que, al igual que yo hay personas como Sergio que a través de su proyecto Pensamiento Positivo nos transmiten mensajes como este:

No hay desarrollo profesional, sin desarrollo personal.

Que ya nos sirve competir, sino que es necesario compartir y crear sinergias. 

Y lo que es más importante para mí:

Convierte tu pasión en tu profesión


Para mí , se acabo el hecho de pensar que si tengo trabajo lo que tengo es un sueldo que me permita vivir y que ya buscaré otras cosas que me hagan feliz fuera de él. 

Ahora mi meta, es dedicar mi trabajo y mi esfuerzo a lo que sea que me permita vivir mi vida con significado. Y voy a luchar para conseguirlo.



Por todas estas razones y dado que los siguientes post, que quería escribir en mi blog iban a ser una serie dedicada a las mujeres que me han inspirado en el camino para llegar a tener tan claras esas ideas que antes he escrito en cursiva.


He cambiado el orden y decido que la primera de ellas, serás tú Rosa. Por muchas razones:

  • Por haber sido generosa conmigo y haberme abierto la puerta sin dudar cuando en la locura de esta andadura buscaba algo de coherencia.
  • Por hacerme sentir que a mi alrededor, hay personas con las mismas motivaciones que yo, pero de carne y hueso, de los que se pueden tocar. Cada uno con sus sueños y sus objetivos, pero todos en el camino de actuar para que las cosas cambien, y que el cambio empieza por construirnos a nosotros mismos.

Te he visto feliz, plena, y radiante. Creo que así es como se sienten las personas que han encontrado su camino en la vida, su sentido de ser, y su manera de vivir.

De nuevo te doy las gracias por permitirnos volver a sentirnos cerca, y te doy mi mano para ayudarte en lo que necesites. Estás en el camino, tú camino, porque creo que nunca se deja de avanzar. Pero siéntete orgullosa porque la imagen que muestras, tu “marca personal” transmite tu esencia, la que los que te conocemos de siempre, sabemos que tienes. No hay doble papel.


Siempre he sabido que era una persona afortunada, porque mi vida ha estado llena de personas magnificas que me han ayudado a avanzar. Hoy es Rosa, pero en cualquier momento podría escribir sobre cualquier de vosotras, MIS AMIGAS, gracias por todos los momentos a vuestro lado y los que vendrán.

Y hoy siento que podría seguir dando gracias infinitamente, así que lo haré, porque hay que dar gracias todos los días, por mi familia, mi hija, mi marido, mi trabajo, mis alumnos, mis chicas de Hazte Experta, a Raquel Pérez por la ilusión que me da empezar el 2014 a tu lado, a Almudena Casale. ¡Almu! No hay un sólo día que no me acuerde de ti. 

¡Gracias!¡Gracias! ¡Gracias!¡Graciaaaaas!

jueves, 14 de noviembre de 2013

No estoy inventando nada...

La magia de internet es que tiene la posibilidad de conectar a personas con los mismos intereses en cualquier parte del mundo.

Así que yo no estoy inventando nada y hay más personas como yo en el mundo, con las mismas motivaciones que yo. Así que cada día me encuentro con infinitas fuentes de inspiración.

Mi blog tiene dos motivaciones como sabeís:
  1. Compartir mi experiencia como madre.
  2. Emprender o lo que es lo mismo: montar mi propio negocio.
En relación a la primera parte, esta semana pasada navegando por la red, me encontré este post que se titulaba así:

Lo que nadie me supo contar y mirá que es insistí…

En ese artículo Angi nos explica qué es para ella ser madre. Nos dice..

Yo no sabía qué se sentía al ser madre. No tenía ni idea y nadie me lo sabía explicar. Todo el mundo me decía… es algo inexplicable.

Yo te lo cuento… es… como cuando estás rematadamente enamorado, como cuando tu equipo de fútbol gana una copa, es como cuando eras pequeño y venían los Reyes…

No se a ti, pero a mi sólo de pensar que vienen los Reyes se me pone el gusanillo en el estómago.. jejeje Todavía a mis 30 años, me cuesta dormir la noche antes..

Yo me identifico en esas sensaciones, tú quizás no. Pero en definitiva, todos tenemos un recuerdo que no se puede explicar con palabras y que simplemente nos hace sentir.

Te invito a leer las palabras de Angi completas aquí.

Cuando me puse a investigar quién estaba detrás de este post, me encontré esto:

Somos Javi y Angi, diseñadores gráficos, socios y marido y mujer (recién estrenados).
Lo nuestro empezó en nuestro ex-trabajo, cuando un día Javi se asomó por la puerta y el destino de los dos decidió que a a partir de ese momento las cosas iban a cambiar. Porque cuando uno se enamora, las cosas cambian radicalmente.

Juntos y guiados por esa especie de ilusión y fuerza que te entra cuando se está feliz como una perdiz y las cosas que parecen imposibles de repente una mañana ya no lo son tanto, formamos un estudio no-aburrido, Mr wonderful.

Nuestro proyecto no es demasiado ambicioso, ni pretendemos ganar premios, tampoco queremos ganar millones y alardear de clientes gordos (que no grandes). Es más, el proyecto nació como vía alternativa a un tren en el que estábamos subidos (ya se sabe, jerarquías de empresas, clientes-casi-robots, poca creatividad y mucha tontería).


Y pensé, otra fuente de inspiración más para añadir a mi lista.

Fijaros..

  • Porque nace de ilusión, como la que yo siento al ser madre.
  • Porque lo hicieron juntos, como se hacen las cosas, rodeado de gente que cree en ti y en tu proyecto. Así me siento yo ahora.
  • Porque el objetivo no es ganar mucho, ni tener prestigio, sino encontrar una alternativa que te haga feliz y que cubra tus necesidades de desarrollarte.

¿Y a ti? ¿Qué te ilusiona? ¿Te estás rodeando de gente que te apoya? ¿Qué necesitas para ser feliz?

En las siguientes semanas, te iré contando otros casos que me inspiran y que he encontrado en la red, para que entre todos vayamos cogiendo fuerza y sintiendo QUE SE PUEDE, QUE juntos PODEMOS CAMBIAR LAS COSAS.

No pienses que es una locura, déjate llevar por tu sueño, todos tenemos uno. 

lunes, 4 de noviembre de 2013

¿Por qué Creciendo Juntas?

Puede decirse que de todas mis compañeras, soy la que más ha tardado en salir del cascarón, quizás es por mi forma de ser: soy reflexiva, muy reflexiva y me gusta tener todo atado antes de actuar, sólo que me obligo actuar para no estancarme.

Pero, aunque me decida a actuar, siempre busco a alguien que me ayude en el camino.

Esto es de suma importancia y por eso estoy participando en el programa Hazte Experta, porque tengo un sueño y un objetivo: que es compartir con otras mujeres el tremendo crecimiento personal que he vivido desde que me quedé embarazada hasta la actualidad. 

Por eso mi blog, se llama creciendo juntas.




Porque en este camino no voy sola, mi hija Lucía viaja conmigo desde que era una cosa chiquitina en mi barriguita y ella crece (muy rápido por cierto), pero yo lo hago a su lado. 

Así es como me siento cada día.

Esto es algo que muchas mujeres experimentamos, y que no todas aprovechamos, y se dice de muchas maneras:

-          “Mi vida ha dado un cambio de 360º y aun así no volvería hacia atrás”
-          “Lo que me da mi hij@, no lo cambio por toda la libertad que tenía antes”

Pero es que además es verdad.

Pasamos de ser una chica-mujer con un trabajo y una vida más o menos plena, con nuestros hobbies y aficiones. A ser madres MULTITAREA.

Sí multitarea con mayúsculas, porque somos madres, profesionales, amas de casa, hijas, hermanas, sobrinas, amigas, emprendedoras, todo lo que somos o queremos ser pero elevado a la máxima perfección.

¡Alá! Eso es como decirte yo soy la mejor en todo, porque yo lo valgo! Como me dice mi tia…”Antoñita la fantástica”…  jajaja.

Pues podemos ser eso y más, lo que pasa es que tenemos que creérnoslo. Tenemos que hablarnos con cariño, ser pacientes, comprensivas...

Tenemos que ser con nosotras mismas tan generosas como seríamos con la persona que más queremos en el mundo. Porque eso es lo que deberíamos ser: la persona a la que más queremos del mundo.

Yo no me imagino diciéndole a mi madre o mi hermano o a mi mejor amiga: ¡dónde vas a hacer eso! ¡No podrás! (¡Yo no! Pero ojo con lo que a veces nos rodea) Yo le animaría. Y sin embargo, cuántas veces me lo he dicho a mí misma. “María no podrás, María no llegarás, Máría a dónde vas tú a hacer eso”.

Por eso estoy, tan contenta de estar en Hazte Experta, porque me he rodeado de un grupo de personas, que me inspiran, que me animan a seguir y que son mi apoyo en este nuevo proyecto.

También estoy feliz de poder compartir por fin con vosotros, los del día a día, los de carne y hueso mi proyecto.

A mis padres, sobre todo, sin los cuales no sería todo lo que soy. Ha sido tan fácil crecer a vuestro lado y he sido y SOY tan feliz por teneros, que no tendré tiempo de agradeceros todo lo que os debo.

A mi abuela Carmina (eso sí que es ser multitarea) y un ejemplo de superación y fuerza. ¡Cuánto te quiero y cuánto he aprendido y aprendo contigo!

A mi tía, en la que puedo delegar siempre y que siempre está ahí.

A mi hermano, un ejemplo de crecimiento personal.

A mi marido, el único que sabe 100% del proyecto, que cada vez que he tenido una idea para emprender nunca me ha dicho: ¿estás loca? Y quizás lo haya pensado, pero no me lo ha dicho, al revés, me ha sonreído, con esa sonrisa que me trasmite, que lo digo y que sabe que si quiero lo conseguiré.

Pero sobre todo a mi hija, quien roza a mi hija, sabe la fuerza y energía que trasmite, ella es mi motor, nuestro motor, el motor de nuestra familia en estos momentos no tan fáciles como otros. En los que tenemos que sentirnos afortunados por tener salud y estar juntos.

Y por eso estoy aquí, escribiendo este blog, para avanzar y seguir creciendo. 

Te doy mi mano, para que me acompañes.

A los de casa, a mi familia y amigos, a mi red de Hazte Experta… y a los que ahora me leéis pero no me conocéis y que queréis acompañarme en este camino.

Gracias a todos, pero sobre todo gracias a ti Paloma Reino!! Tu último post me ha servido para dar el último empujón que me faltaba!

Orgullosa de estar en HazteExperta y de contar con vuestro apoyo chicas! Y muy muy agradecida de tener esta oportunidad! Gracias Mónica Álvarez!